domingo, 4 de octubre de 2015

La peor forma de autodestrucción era amarle.

Llega un momento en la vida donde nos toca tomar decisiones. Cada uno debe elegir que camino tomar, y el tiempo decidirá si los caminos seguirán uno al lado del otro, o si se distanciarán. A veces poner distancia no es algo malo. A veces se necesita un paréntesis. Una pausa. Pero demasiada distancia lleva a la desilusión, a la pérdida de ganas. De vez en cuando la vida nos regala tiempos de reflexión, de planteamientos distintos, de diferentes formas de pensar, de reaccionar. Y a veces la chispa que nos hace ver la realidad llega demasiado tarde. Pero bueno, según dicen, más vale tarde que nunca, y creo que eso es cierto. Abrir los ojos, volver a verlo todo con la luz que ya no encontrabas... Supongo que de eso se trata. De volver a empezar, y de dejar a un lado el pasado, aquello que ya no es bueno para ti, y encontrar aquello que te hace feliz, que te hace querer luchar, y no rendirte. Cuando no encuentres la luz en el camino, mírate al espejo y asegúrate de que no te han apagado la felicidad que encierra tu mirada.