viernes, 30 de diciembre de 2011

A veces, una sola posibilidad nos da un mundo. Una oportunidad para ser felices, un motivo por el que sonreír. Entonces abres los ojos, rompes esa burbuja y ves el mundo, lo puro que es y como nosotros somos las únicas imperfecciones. Como lo que nos rodea nos contamina, especialmente las personas a nuestro alrededor. Aquellas a las que consideramos cercanas. En ocasiones jamás llegamos a conocer a una persona de verdad. Quizás solo conozcamos una faceta, un físico, un sentimiento , pero jamás a una persona en estado puro. Cuesta encontrar a alguien en quien creer o confiar. Sin embargo, hay ocasiones en las que merece la pena abrirse a una persona y mostrarles quienes somos en realidad, nuestros secretos, nuestros sentimientos, nuestra vida. Dar un poquito de nosotros, de nuestro amor; para tener un apoyo, alguien en quien confiar, alguien que siempre consiga sacarte una sonrisa, incluso en los peores momentos, alguien.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Hay momentos en los que verdaderamente hay que dejar atrás el pasado, o este acabará dañándonos a nosotros mismos. Hay decisiones que nos cuesta tomar, gente a la que debemos olvidar pese a ser tan difícil. Sí, quizás suframos hoy, y mañana, y al otro, pero llegará el día en que nos demos cuenta del sufrimiento que de verdad nos hemos ahorrado, todo ese daño que no hemos sufrido. Le ves alejarse y te gustaría verle luchar, en vez de irse sin más. Pero ya no quedan posibilidades, no quedan finales felices en vuestra historia. Tantos sueños, tanto sufrir, tantas lágrimas, todo queda destrozado, y con suerte para ti, enterrado en el pasado. Sí, podemos fingir que le hemos olvidado pero dentro de nosotros mismo siempre faltará algo, y es algo es el trocito de nuestras almas, que se llevo quien amábamos.

martes, 20 de diciembre de 2011

Cuando estudiamos historia solemos ver, que cuando va a haber una guerra, hechos muy parecidos a los antecedentes se repiten. Un asesinato, un atentado, diferentes gobiernos, diferentes conceptos de religión. Pero a fin de cuentas todas las guerras traen con ellas lo mismo, pobreza, miseria, perdidas, muertes, lágrimas... Quizás todo eso os suene raro de repente, pero las relaciones, no son en sí una constante guerra?
Pasa el tiempo, llega la paz, la esperanza y la felicidad, y de repente algo cambia, hay un suceso que lo altera todo. Una discusión, unos cuernos, una bofetada; todo esto altera el futuro, el curso de las cosas, y trae consigo el llanto, ese dolor que te oprime el pecho, todo aquello que hace que tu corazón se altere, que duela, todo ese sufrimiento, mientras ves como todo se desmorona, lo que verdaderamente sucede es que la guerra se está librando dentro de ti; en tu corazón, alma y en tu mente. Todo tira en diferentes direcciones, cada parte de ti lucha en un bando contrario. Solo nos queda ser fuertes, y soportar la guerra, pasar la tormenta, y superar el dolor. Derrama las lágrimas necesarias, frustrate, deja que el dolor fluya y eliminalo, borralo y sigue, queda una vida alucinante por delante. Tú solo recuerda una cosa, no dejes de sonreír.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Hoy por hoy todo sigue igual, parecía increíble que la historia se pudiese repetir. Pero la llama que vivía en mi corazón nunca llego a apagarse, y han sido ahora los cambios los que la han hecho avivarse, puede que con más fuerza que otras veces anteriores. Puede que cuando se ama a una persona de verdad, nunca se deje de amarla, o puede que desde aquel día sea el destino el que juega con nuestras vidas. Pasamos de querernos, a dejar de hablarnos, y ahora que, vuelta a empezar? No se, puede que ahora ya, todo sea diferente, ambos llevamos mas guerras luchadas que antes, más derrotas y más victorias con nosotros. A nuestras espaldas dejamos a quien queríamos, y vimos abandonar a aquellos en quienes más confiamos. Supongo que es cierto, que cuando dos personas tienen que estar juntas, quizás nunca dejen de pertenecerse el uno al otro. Hoy meses después vuelvo a escribir sobre ti, increíble, no? Será porque a pesar del tiempo y de las jugadas del destino seguimos luchando. O porque la promesa que te he hecho, nunca dejaré de luchar. No dejes de pensar en mí nunca pequeño, nunca me olvides.


jueves, 8 de diciembre de 2011

Hay muchas ocasiones en las que me hago la misma pregunta. ¿Alguna vez dejaré de echarle de menos? Sigue ahí, presente en mi vida, más de lo que él se cree. Hay noches en las que simplemente me tumbo en la cama y pienso en todo lo que paso, en porque terminó, en lo que vivimos, pese a la distancia. Los pensamientos no se silencian en mi mente, y menos logro que lo hagan en mi corazón. Sí, se dará por aludido, pero es alguien fundamental en mi vida. Le querré siempre, paso lo que pase, en lo bueno y en lo malo, lo sé, y no dejaré de decírselo y siento la impotencia al no poder demostrarlo día a día. Porque para mi, él es imprescindible. Alguien en quien no dejaré de confiar. Si quisiera, apenas la costaría unos segundos hacerme todo el daño que yo se que le hice a él, pero no, sigue a mí lado. Cuando estoy mal, me apoya, y hay cosas que aunque pasen mil vidas, no se llegan nunca a poder agradecer. Cada una de las palabras de apoyo, se vuelven infinitas en mi mente. Son incontables las veces que ha estado ahí, quizás porque nunca dejó de estarlo. Él es ese alguien especial, el que nunca deja de estar en mi mente, ni abandona mi corazón. Espero, por lo que más quiero, no perderle nunca. Porque gracias a él, soy quien soy, y he llegado adonde he llegado.                                                  
Siempre pequeño, siempre.

En muchas ocasiones nos resulta casi imposible decidir que camino tomar y en muchas de estas ocasiones, no solemos tomar el camino correcto. Pero cuando te has equivocado, vuelves la vista atrás a todo lo que has perdido y luego miras hacia adelante a todo lo que has ganado, entonces descubres que los grandes errores, nos conducen a los mejores aciertos. 
Lo mejor que me podía haber pasado en la vida era haberte conocido, y yo creo que aquella tarde que volví a ver tu sonrisa paseando por las calles del centro supe que tendría que encontrarte. Porque fue en el mismo instante en que días antes cruzamos nuestra mirada por primera vez, que me dí cuenta de que tal vez fueses tú, la persona con la que compartir el resto de mis días.


En muchas ocasiones oímos aquello de que la realidad supera a la ficción. Tú día a día me demuestras que eso es verdad. Porque nada se compara contigo. Eres mejor que cualquier sueño, que cualquier fantasía, que cualquier tipo de historia de películas y libros... Y cada día me enseñas algo, me haces sonreír y me haces desearte con más fuerza.
Porque con tal de estar a tu lado recorrería kilómetros, porque cada día esos cientos kilómetros que nos separan me vuelven más débil y a la vez me dan más fuerzas para seguir. Que yo a ti, sabes que te seguiría hasta el fin del mundo. Que iría a cualquier parte con tal de compartir mi vida contigo y que me agarrases fuerte la mano. Una vez más, y puesto ha haberlo mencionado en ya muchísimas ocasiones, debo decir que has conseguido lo que nadie. Me has dado razones para sonreír, para llorar de emoción, para reírme, para vivir.
Cada día se me hace un poquito más duro que estés lejos, el no poder tocarte me duele más, el no poder acariciar tu piel me hace más débil... Pero solo la esperanza de saber que me fundiré en tus brazos y en que no me vas a dejar caer me hace darme cuenta de que eres la verdadera razón por la que soy feliz. Que tus palabras me llenan el alma y me hacen sentir que merece la pena luchar por lo que amas, y yo, a estas alturas, te amo. Por favor no hagas que esto termine nunca, porque mi único deseo es probar, saborear, morder, besar tus labios y no dejarte escapar jamás. Porque si tú te vas, yo me pierdo.




Porque fue él

Una noche más, cuando cierro mis ojos es en él en quien pienso. Es quien llena mi alma y corazón haciéndome sonreír y en muchas otras ocasiones reír a carcajadas. Es la persona en la que pienso cuando tengo un bajón, y que me sube otra vez los ánimos, yo creo, que es la persona de la que me he enamorado.
Porque él es la persona con la que quiero perder la noción del tiempo, con el que quiero pasar el resto de mi vida, con quien compartir mis problemas, mis sentimientos, mis pasiones, mi vida, mi cama. Él es la persona que aprendió a escucharme, a hacerme feliz. El chico con el que perder el rumbo, con el que darse a la fuga a donde sea, con tal de seguir bien cogida de él. Porque quiero perderme en su mirada y que me susurre lo mucho que me ama al oído. Porque le quiero. Gracias. Te amo y eso no cambiará.

Cuando me he despertado lo primero que he pensado una vez más ha sido en él. En como cada una de sus palabras ilumina mis días. En como cada segundo que no puedo estar con él me consumo y le deseo con más intensidad. Yo creo que a estas alturas sabe lo importante que es para mí, como no puedo vivir sin él, como él, mi ángel, me hace feliz cada instante que piensa en mí, habla conmigo o sueña con tenerme a su lado.
Poco a poco ha conseguido sacar lo mejor que hay en mí. Ha sido la primera persona que me ha hecho sentir especial de verdad. Que me ha hecho quererle como a nadie. Porque pese a cualquier cosa quiero que estemos juntos, tengamos que esperar lo que haga falta. Porque es mi vida. Porque no consigo quitarme lo de la cabeza ni un solo segundo del día, porque le quiero cada día un poquito más, y cuando pienso que no puedo quererle más, él consigue que sean más intensos mis sentimientos.
Mi ángel, sea como sea quiero que sigas ahí, porque eres mi amor y te quiero, y no quiero que olvides eso ni un solo segundo. Porque que alguien como tu este a mi lado hace que mi vida sea increíble día tras día.



Hay gente en el mundo que solo tienes la oportunidad de conocer una vez, en el momento en el que decides desaprovechar algo tan cercano a la perfección quizás estés rechazando el vivir por alguien, el ser feliz junto a esa persona que puede darle el sentido a tu vida. A veces una miradas mueve miles de kilómetros para que yo logre sentirme cercana a ti, unas palabras tuyas consiguen sacar de mí, mi lado mas dulce, mas sincero, dándote en todo momento mi 100%. Perdemos la oportunidad de conocer a alguien que puede ser lo más importante, tu mundo, tu vida.
Cuando un ángel baja del cielo para pronunciar lo más bonito del mundo, las palabras que no quieres dejar de oír, entonces sientes que tu vida ha encontrado su rumbo, que hay algo por lo que luchar, un camino que seguir, y aunque a veces la distancia lo complique todo espero de verdad, desde el fondo de mi, que esto sea para siempre, porque dudo que pudiese soportar perderte, ni aunque fuese durante un solo segundo de mi vida. Porque tu me das mil y un razones por las que sonreír.


Hoy por hoy todavía no he conseguido librarme de aquellos fantasmas de mi pasado. Hoy por hoy, cada día, me doy cuenta de lo que perdí, y de que quizás sin todo aquello, soy más feliz. Y aún así, pese a intentarlo día tras día, no consigo olvidarlo. Pienso en la venganza, pero ya no tendría sentido. Pero hay algo que descubro cada vez que logro olvidarlo, y es que sin ese sufrimiento, soy feliz. No necesito más. Siempre me quedarán ellos, aquellos que siempre se han mantenido a mi lado, que han luchado cada una de las batallas junto a mí. Los que nunca me han olvidado, los que se han molestado, los que han discutido conmigo y siempre han vuelto, con la disculpa entre los labios pese a yo no merecerla. Han estado ahí. No todos aquellos que me hicieron daño, que se fueron cuando más los necesitaba, ellos no merecen ni tan solo uno de mis pensamientos, ni positivos, ni negativos. Nunca terminaré de agradecérselo todo a esas grandes personas que aún siguen a mi lado, aquellas con las que al recordar nuestros momentos, aquellos sentimientos, aún se me dibuja una sonrisa en la cara y las lágrimas fluyen de mis ojos. Ellos lo son todo, me lo dieron todo, y espero que sigan ahí, porque son ellos, y solo ellos los que han echo que mi mundo cambie, y por quienes yo cambiaría el mundo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Pienso que en muchas ocasiones no llegamos a darnos cuenta de las falsedades que se cuelan en nuestras vidas. Igual que creo que muchas veces, las dejamos vivir en nosotros. Somos falsos, cuando sabemos que alguien lo es con nosotros, porque de esta forma intentamos justificar el daño que nos han echo engañándoles, pero solo nos engañamos a nosotros mismos. "Dale su propia medicina". Creo que todos hemos oído eso alguna vez. Pero llego la hora de jugar a mí juego, y en el, yo impongo mis normas. Dejaremos de jugar al tuyo, y con el fin de este, fuera los falsos, os echare de mi vida, dejándola limpia. Pura. Liberándome, para alcanzar la felicidad. Esa felicidad que todos necesitamos para seguir, para vivir, para poder soñar, y no tener pesadillas. Todos deseamos alcanzar esa libertad. Así que llego la hora de reventar estas cadenas que me aprisionan, llego el momento de decir adiós, y de dar la bienvenida. Llego "ese" momento. Ya ha llegado. Fin y comienzos. Todo se deja zanjado. Ningún asunto pendiente, por fin.