No sabes quien eres hasta que te pierdes a ti mismo.

Tantas fases de cambios, de intentar encontrarse a uno mismo y seguir fracasando. Hundirse cada vez más, haciéndote más débil y más fuerte a la vez. Callando demasiado y sin palabras que decir, solo lágrimas que seguir derramando. Cuando te miras y no ves a la persona que eres sino apenas un espejismo de quien solías ser. Cuando lo que de verdad necesitas es un cambio, de actitud, de imagen, de personalidad. Cuando no consigues desconectar. Cuando cada minuto caes más bajo. Cuando no tienes ganas ni de hablar. Solo quieres tirarte en la cama, dejar de pensar por un momento, olvidarlo todo, todo. No tener porque recordar nada, ni a nadie. Centrarse en uno mismo, en mi propia felicidad. Por un momento conseguir dejar de pensar. Esa necesitada de escapar tan lejos que nadie sepa dónde buscarte, con tan sólo el papel y las experiencias vividas. Quiero escribir hasta que de mi bolígrafo no salga tinta y de mis pulmones no salgan suspiros. Quiero morir ta solo para poder empezar de cero. Quiero olvidar pero siempre me quedan los recuerdos. Necesito estar sola pero a la vez ya no soporto la soledad. Necesito cambiar, pero tengo miedo de perderme a mi misma. Quiero volver a ser quien era, pero ya se han borrado mis pasos de la arena. Ahora ya, la única opción es seguir viviendo, aguantando y mirar hacia adelante. Siempre hacia adelante.

Alguien con quien nunca me quede sin nada que decir. 

La cosa se complica. Cuando empieza a haber un sentimiento en medio la vida no se vuelve más fácil, sino más difícil. Rayadas diferentes cada día, paranoias diarias. Querer olvidarlo todo y escapar y sin embargo ser incapaz de dejar de pensar, ni tan solo un instante. Cuando ves la esperanza desvanecerse y el dolor incrementar. Cuando un momento se convierte en único pero toda la soledad de después gana la batalla. Cuando no hay hecho y tan solo son palabras. Horas para desaparecer del mapa y ver si te echa de menos. Intentar no hablarle pero acabar fracasando una vez más en una nueva guerra. Esperar una contestación, una noticia, algo nuevo y recibir por respuesta el silencio. Quiero aprender a vivir sin pensar en nada más que en disfrutar de cada momento, quiero besar sin decir 'te quiero' y sacar mi lado salvaje. Se acabo el sufrir. Esta noche voy a perder el control.

No merece la pena mirar atrás y ver lo perdido, cuando todavía queda tanto por ganar.

Los recuerdos son solo eso, recuerdos. A veces son buenos, otras veces amargos. No por ello debemos querer olvidarlos, pues somos quienes somos por ellos. Siempre se puede cambiar. No tenemos que arrepentirnos de ser quienes somos, ni de lo que hemos dicho, ni vivido, ni sentido. Cometemos errores, somos humanos. Eso sí, los peores errores a veces no muestran cosas, momentos y gente, que no esperábamos encontrar. Siempre es bueno mirar hacia adelante, pero a veces también hay que pararse a recordar, para poder así valorarse a uno mismo. Las personas van y vienen. No se puede tener todo en esta vida, y a veces, por querer tenerlo todo, se pierde lo que uno más valora. Hay momentos en los que hay que dejar de pensar en uno mismo, y hay que empezar a mirar por los demás. Hay que buscar en esta vida a quien te haga sonreír, más también a quien esté dispuesto a decir la verdad aunque duela. Sí, hay muchos conocidos, pero muy pocas personas a las que puedas llamar hermanos.

A veces hay que aprender a ir despacio, para disfrutar de cada segundo con una sonrisa.

Hay momentos que no tienen precio. Son un beso, una caricia, una tarde o una mañana. Para cada cosa hay un momento, y cada momento tiene sus cosas, o al menos eso dicen. A veces hay que parar, mirar alrededor y darse cuenta de la belleza de todo lo que nos rodea. De que hay personas que de verdad importan y con las que pasar toda la vida se queda corto. Que hay amistades que si deberían durar para siempre, y momentos que no queremos olvidar. A veces un encuentro, fruto de la casualidad, cambia nuestro mundo de la noche a la mañana. Estos cambios, estos errores nos hacen humanos, nos hacen personas. Sonreír no siempre significa ser feliz, pero demuestra que no se han perdido las ganas de seguir luchando. 

Cuando dejas de pensar en todo lo que puedes perder y piensas en lo que puedes ganar, llegas a apreciar lo que es vivir y la felicidad.

Cuando ser feliz se centra en un instante a su lado. Cuando una carcajada y una salida con tus amigas te hace ver que la vida pasa y que son esos instantes por los que vivimos. No todos podemos ser alguien importante, ni ricos, ni famosos, pero si podemos ser felices. Hay épocas en las que las cosas se tuercen, pero no por ello tenemos que resignarnos a luchar. La esperanza siempre es lo único que se pierde y mientras queden ganas de luchar no hay nada perdido. A lo mejor es un instante en el que sonríes lo que te da las fuerzas para seguir, para no rendirte. Porque los baches en el camino están para hacernos más fuertes, más resistes a la vida, para que aunque nos cueste salir de ellos, salgamos con más ganas de vivir. Cuando se puede disfrutar de cada pequeño detalle. Cuando lloras de la risa hasta que te duele la tripa. Cuando te regala un beso, una caricia, un te quiero. Cuando se lucha, porque las más grandes locuras se hacen por amor.

Cuando ni una lágrima es capaz de describir el dolor que ahonda en mi pecho.

Saber que te sientes así. Que te he hecho daño. Saber lo que es ese dolor del desamor. De ver a la persona que quieres con alguien tan cercano y aún así no conseguir frenarlo. Odiar la sensación de perderse en un vacío que antes ocupaba esa persona.
Ahora no vas a entenderlo o puede que nunca llegues a entenderlo de verdad pero es esa sensación de que no necesitas más que una llamada, un mensaje. Que ya no es una cosa de niños, sino un juego de adultos. Que a veces para conseguir lo que se quiere hay que arriesgar. Para ganar hay que perder. Cuando estas entre dos opciones a veces no queda más remedio que apostarlo todo.

Cuando tu único deseo es arrancarte la piel y huir de dentro de tu cuerpo.

Cuando las aspiraciones cambian. Cuando ya no te ves bien y estás mal hasta contigo misma. Cuando necesitas saber que estás perfecta, que tu cuerpo es perfecto. Necesitas que te miren y te digan "oye, estás guapa. Estás más delgada", pero nadie lo hace. Puede que esto solo sean para algunos palabras sueltas, más aquel que me comprende llega más lejos. Entiende lo que es estar encerrado en uno mismo. No siempre nos gustamos, son épocas. Igual que vienen se van, pero a veces se quedan más tiempo del necesario. Más cuando no ves la salida, cuando te hundes en tus pensamientos y no logras ver la luz, entonces empiezas a perderte a ti mismo. Empiezas a olvidar los recuerdos y las personas y gana importancia aquello que puede dañarte. Cuando los que quieren hacer daño consiguen su objetivo. Ya no quiero ser yo misma, ahora necesito un cambio.

Toda la mierda que encierro dentro de mi se refleja en ese puto espejo.

Cuando la rabia y la frustración se reflejan en mis ojos. Cuando las lágrimas derramadas tan solo representan esa parte de mi que deseo olvidar. Cuando el maquillaje ya no tapa las heridas que sufrió mi corazón y cuando la confusión da vueltas en mi estómago. Al verme reflejada en ese espejo ya no me veo a mi misma, sino que veo en lo que me he convertido. Las palabras ya no fluyen como antes, la inocencia quedó aún lado y parte de mi ha sido arrebatada. La vida no deja indiferente a nadie. Esos días que quieres romper todos los espejos para no tener que asumir la realidad. Hoy quiero dejarlo todo atrás. Quiero encerrarme en mi misma y no dejar que nadie vuelta a entrar, al menos hoy no.

Cansada de sentir, sufrir y tener que empezar de cero.

Necesito alguien que de verdad vaya a estar ahí, en lo bueno y en lo malo. Que cuando esté echa mierda y no tenga fuerzas ni para levantarme de la cama me anime a seguir y mirar hacia delante. Alguien que me ayude a dejar atrás las preocupaciones y las movidas. Alguien capaz de hacerme sonreír entre las lágrimas. Quiero entregarme sin pensar que se va a cansar y en menos de dos días va a pasar de mi. Entregar mi alma y mi corazón a la otra persona para conseguir cada día enamorarle y demostrarle que no voy a fallarle. Quiero llamadas a las mil de la noche con un solo "te echo de menos mi niña". Quiero despertares juntos y noches de locura. Quiero dormirme abrazada a él, escuchando el latido de su corazón. Quiero que me lleve el desayuno a la cama después de noches sin dormir hablando y riendo junto a él. Quiero que me bese sin importarle el lugar o quien haya al rededor. Quiero que me mire y ver reflejado en sus ojos que soy su todo. Quiero ser ese "no puedo vivir sin ti mi reina".

Es ese vacío indescriptible que sientes muy hondo en el pecho y esa extraña sensación en el estómago.

Cuando miras atrás y no te reconoces. Te ves ahí, encerrada en los recuerdos, como mirándolo todo desde fuera y dices, "así es mi verdadero yo?". Todo nos confunde cuando miramos atrás y volvemos a momentos pasados. Ahora hay un presente, más ¿porque no quedarse encerrado en esas memorias que perdurarán por siempre? En cuando parecía que esa persona te haría sonreír siempre, que serías feliz, que eras "esa persona especial",  a cuando eramos capaces de confiar ciegamente, sin desconfianza alguna. Hay momentos en los que me cuesta mirar atrás porque desearía volver a todas aquellas sensaciones, sin embargo, hay otros en los que odiaría regresar. Son esos momentos en los que evito pensar e intento evadirme de cualquier forma. Momentos en los que recordar duele demasiado y tantos recuerdos que desearía poder borrar de mi mente. Quiero construir un mundo nuevo y escaparme allí contigo, para poder de esta forma dejar atrás el dolor y los errores del pasado. A veces, solo necesito eso, escaparme lo más lejos posible. Olvidar lo que fui, lo que soy y lo que seré.

Susurrarte que el pasado solo es como un día malo.

Dicen que los comienzos son lo más difícil, más yo creo que no es así. Cuando llegas a un final es cuando lo pierdes todo. Aquello a lo que tanta importancia le dabas se reduce a un simple "se acabó". Pierdes las ganas de luchar y la esperanza. Te desilusionas y no quieres volverte a ilusionar. Eso si, hay algo que si consigues y es temer al futuro. Entra ese miedo irracional a conocer a alguien que vuelva a importarte demasiado por miedo a que la historia se repita. Miedo a volver a sentir de verdad y que todo se vuelva a destrozar. A pasar noches en vela pensando en todos los momentos y derramando lágrimas que nunca deberían de haber surgido de tan hondo en el corazón. Miedo a que todo acabé mal y volver a salir perdiendo. Pero el miedo, como todo, se supera. Con cada final uno se hace más fuerte y hay que luchar por demostrarse a uno mismo que hay cosas por las que merece la pena tener un nuevo comienzo. Construiremos recuerdos que merezca la pena conservar por siempre.

Ven aquí, cumple tus promesas y hazme tuya tal y como me decías que lo harías.

Cuando pierdes la esperanza al principio es duro, pero terminas por acostumbrarte. Ahora tan solo escribo por plasmar mis sentimientos de alguna forma, con la única intención de liberar mi mente. Cometí errores, pues soy humana y no voy a fingir ser perfecta, porque eso sería mentir. Aún así, pese a todo, a veces aparece alguien que merece la pena, que vuelve a hacerte sonreír. Esa persona que te demuestra día tras día que si sigue ahí es por ti. Aquel que se muere por ganas de verte y hacer el ridículo de mil formas con tal de hacerte reír. Alguien que de verdad quiere estar ahí. Puede que sea el primero que no te mienta, que no te engañe y que te demuestre cada día lo bonita que eres, no solo que te lo diga, sino que te haga sentir especial. Por una vez encontrar a alguien dispuesto a hacerte feliz. Enséñame que se puede cambiar el mundo con una sonrisa.

Ahora tus brazos son mi protección, mi lugar al que escapar.

Recuperé la sonrisa y la ilusión con tus caricias, con esas sonrisas que me regalas. Con tus cosquillas y tu forma de mirarme has sacado mis ganas de luchar por algo que puede que llegue a ser muy grande. Pero para grande tu corazón. Como me cuidas, tus mimos, como consigues que a tu lado todo vaya bien. Con un abrazo desaparecen las dudas y me haces entrar en razón. Me has demostrado mucho sin pedir nada a cambio, pero yo estoy dispuesta a dártelo todo. He conocido un pedacito pequeño de ti, pero mi lado curioso quiere saberlo todo. Quiero pasarme horas simplemente hablando de ti, interrumpiendo solo para besarte y hacerte sonreír. Perder el tiempo contigo, perderme por barrios que desconozco y que me hagas reír a carcajadas. Así que gordo, esto es solo el principio, y iremos poco a poco, yo solo quiero hacerte feliz.

Porque en el fondo sabemos que todo tiene un final.

Cuando miramos atrás a veces nos cuesta distinguir de donde venimos. Hay sueños que dejamos atrás, momentos que intentamos borrar y personas a las que volveríamos a conocer. Todo puede cambiar en un solo instante: quien estuvo a tú lado se marchó, perdiste aquello que un día fue tuyo y dejaste marchar lo que más deseabas conservar. Un día todo puede perder sentido, y los sentidos pueden pasar a un segundo plano. Cuando lo que duele es el alma, el dolor físico ya no significa nada. Cuando te quedas quieto, y tus sentimientos gritan, pero tu boca no pronuncia palabra sientes que puede que ya no haya ningún sentido a continuar. Cuando el amor duele, deja de ser amor. A veces me gustaría poder dejar atrás el dolor, y todo lo que ello conlleva, para empezar a vivir sin que el alma me duela.

Mirarme en el espejo y saber que lo que estoy haciendo no es inteligente.

Harta de ser la niña tonta a la que todos engañan. Cansada de ser esa pobre chica buena. Quiero cambiar. A partir de ahora seré la rompecorazones. La que solo piensa en si misma. Aquella a la que todos miran cuando pasa. La que ya no pone la mano en el fuego por nada ni nadie. Con las ideas claras y la mente abierta. Nadie llegará a mi corazón y nadie podrá hacerme daño. A partir de ahora me tengo a mi misma y nadie más. No quiero falsedad en mi vida. Voy a hacer lo que quiera, lo que me apetezca y voy a dejar de pensar en las consecuencias. No tengo porque seguir callándome nada. Voy a ser yo misma, y el mundo caerá a mis pies. Voy a divertirme sin pensar en nada más que disfrutar.

Porque todo esto es gracias a esas personas que han estado ahí, inspirándome, animándome a continuar. Gracias. 
Esto es por los seguidores que no dejan de aumentar. Por los desconocidos que me hacen sonreír, y las locuras que me dan la vida.
Por los amigos y por los enemigos. Por lo bueno y por lo malo. No cambiaría nada.
Por lo que vino y se fue, y por lo que estará siempre ahí.
Soy quien soy por como me ha moldeado la vida.


Ahora os explico como funciona esto. Para recibir el premio las reglas son:
1. Copiar y pegar la imagen en una entrada.
2. Responder a las 12 preguntas, y hacer 12 preguntas DIFERENTES a los nominados.
3. Nominar a 6 personas.

Aquí mis respuestas:
1. ¿Porqué empezaste a escribir?
Empecé a escribir, porque hay veces que si no encontramos la salida, lo que necesitamos es desahogarnos. Yo me ahogaba y aquí encontré una forma de abrir mi alma. A veces puede que deje mucho de mi al descubierto, pero después de escribir, hay una sensación de calma y paz que no se puede cambiar por nada.
2. ¿Cúal es tu libro favorito?
Mi libro favorito... Esa es complicada. He leído incontables libros de muchos géneros y no se si podría decidirme. Aunque reconozco que la saga de "La Casa de la Noche" me apasionan. Misterio, acción, sexo, romanticismo y criaturas sobrenaturales. No se puede pedir más.
3. ¿Qué música escuchas?
No tengo un género favorito ni un tipo de música que me guste. A veces escucho canciones en español, otras en inglés, a veces house, a veces rap, a veces música clásica. Con que la música llegue al alma es suficiente. Aunque reconozco que me encanta Danny Romero y la música que invite al cuerpo a moverse con sensualidad.
4. ¿Influye la música en lo que escribes?
Definitivamente e indudablemente sí. Es probablemente mi principal inspiración y más de una vez he encontrado en ella mi salvación y mi forma de escapar del mundo.
5. ¿Eres de las que cada año cambias de grupo/cantante favorito?
Bueno, con el paso del tiempo pasan a gustarme diferentes estilos y artistas, pero creo que sigo fiel a mis cantantes favoritos pese a que me gusten otros. Esos son Jesse McCartney y Demi Lovato.
6. ¿Escribes por obligación o porqué realmente te gusta?
Escribo cuando me inspiro y puedo. Escribo por mi misma para desahogarme. Pero agradezco a todos aquellos seguidores y personitas que me animan a seguir escribiendo.
7. ¿En qué te inspiras al escribir?
Pues o bien en lo que vivo día a día, o en mis recuerdos. Todos los sentimientos y mi forma de pensar y sentirme, junto con la música y la gente que me hiere. Aquellos que me hieren han sacado rabia, furia, dolor, lágrimas y grandes entradas.
8. ¿Hablas de una persona dependiendo de su apariencia?
Hablo de una persona dependiendo de su interior. Las personas no siempre somo los que aparentamos. No se puede judgar un libro por su portada.
9. ¿Crees en el amor a primera vista?
Creo en la tensión sexual a primera vista aunque ahora mismo no sabría decir si creo en el amor, supongo que algo dentro de mi me dice que hay esperanza, pero ahora mismo mi corazón necesita espacio para valorar la existencia de algo tan poderoso como el amor.
10. ¿Te has enamorado muchas veces?
Me han gustado varias personas y he querido mucho a otras, pero enamorarme, solo una vez.
11. ¿Qué sensaciones te provoca leer un libro?
Tengo mucha imaginación así que cuando leo me sumerjo completamente en la lectura y olvido todo el resto del mundo, hasta que levanto la vista de las palabras y soy consciente del paso del tiempo en el mundo real. Me absorven.
12. ¿Lees primero el libro y luego ves la película?
Ambas, depende. A veces veo una película y descubro después que hay un libro. Pero prefiero leer el libro primero.

Ahora  las preguntas que quiero que respondan mis nominados 
1. ¿Quién ha sido la persona que sientes que te ha traicionado más? (amigos, padres, novio/a)
2. ¿Si pudieses huir del mundo, dónde te esconderías?¿A dónde huirías?
3. ¿ Cambiarías algo de ti mismo?
4. ¿Qué es lo que más te gusta de ti mismo y porqué?
5. ¿Porqué empezaste a escribir?
6. ¿Si pudieses descubrir cualquier cuidad del mundo, a cual viajarías y porqué?
7. ¿Qué es lo que te hace levantarte cada día de la cama y continuar?
8. ¿Alguna vez te han roto el corazón y no encontraste salida?
9. ¿Te has planteado el suicidio alguna vez?
10. Recuerda uno de los mejores momentos de tu vida. ¿Qué sientes ahora al recordar?
11. ¿Qué manías tienes?
12. ¿Si pudieses ser un animal cuál serías y porqué?

Ahora mis 6 nóminados.

• http://youareperfectformyheart.blogspot.com.es/

• http://mastardeloesperado.blogspot.com.es/

• http://atadaatimesientolibre.blogspot.com.es/

• http://paranoyascity.blogspot.com.es/

• http://textosparadaryregalar.blogspot.com.es/

• http://hayalgoquemeenganchaati.blogspot.com.es

Gracias por todo. Os quiero. Y gracias por darme este premio (

http://welcometomylifelll.blogspot.com.es/)

Cuando no hay nada que decir, lo mejor es guardar silencio.

Afrontalo, me has perdido. Afrontalo, viviré mejor sin ti. Afrontalo, lo he superado. Afrontalo, dejaste escapar la oportunidad de hacerme feliz, ahora ya no te queda otra que contemplarme desde lejos y echar de menos mis besos. Ahora ya perdiste mis caricias, ahora ya no soy quien era, tú me cambiaste y ha llegado la hora de que saque a la chica mala que llevo dentro. 

Creo que mi perspectiva del amor ha cambiado radicalmente.

Ya no veo el amor como en los cuentos de hadas, como cuando era una niña. Llegaba el príncipe azul, subías en su blanco e imponente caballo y cabalgabais juntos a su castillo para convertirte en reina. Pero eso queda tan lejos de la vida real. La realidad esta compuesta de dolor y en muchas ocasiones de infidelidad e infelicidad. Las cosas han cambiado, antes se creía en eso que llamamos "amor para toda la vida". Ahora todo se basa más en el "si te he visto no me acuerdo". Lo romántico está pasado de moda y los detallas infravalorados. Ya no quedan esperanzas para el amor verdadero porque alguna guarra se meterá en medio. Ya no puedes confiar en nadie, porque todo el mundo esta dispuesto a traicionar por algo. Ahora ya todo el mundo tiene un precio.

Momentos en los que hasta respirar pierde el sentido.

Aún te recuerdo ahí, delante mía, mirándome. Callando mis palabras con un beso, regalando tus te quiero.  Me gustaba observarte en silencio y apartar rápidamente la mirada cuando te dieses cuenta. Cuando te agobiabas me gustaba ser la que estaba ahí para decirte que todo saldría bien, que a mi no me ibas a perder. Pero la vida da muchas vueltas. Yo cumplí mis promesas, no me fui. Aquí sigo, mirándote en silencio, esperando ver tu sonrisa y esperando para decirte que todo saldrá bien. La vida es en sí una montaña rusa, o eso dicen, pero yo más que una montaña rusa, veo la vida como una ruleta rusa. Si no te arriesgas no ganas, pero si no ganas tienes que estar preparado para morir. Porque en la vida no existen las segundas oportunidades. Una vez las cosas cambian, no vamos a encontrar forma alguna de enmendar nuestros fallos ni nuestros errores. Una vez tropiezas te puedes levantar, pero llega un momento en el que no quedan ya ni fuerzas para volver a ponerte en pie, ni siquiera para volver a intentarlo.

El viaje a terminado, con destino entre tus brazos.

Te miro y miro a mi alrededor. No veo nada. Todo parece haber desaparecido a mi alrededor. Te observo, tus gestos, tu sonrisa. Me hablas, pero no te oigo. Mi mente esta lejos, se perdió la primera vez que me miraste a los ojos. Observo tu cuerpo, grabando cada detalle en mi mente para no olvidar ni un matiz de tu belleza. Tu piel brilla levemente al sol, y tu aroma pone alerta mis sentidos. Siento una debilidad interior. Como si cualquier acontecimiento se pudiese llevar todo por delante, y yo me fuese a quedar ahí de pie sola, de nuevo. "¿Paula? ¿Me estás escuchando?"- te miro a los ojos y sonrío.- "No, no me estabas escuchando". Te ríes y me abrazas y no hay nada que desee más que parar el tiempo en ese momento y que me abrazases para siempre. Pero cierro los ojos y cuando lo abro no estas, te pierdo. La misma historia, desapareciste y a mi ya no me queda nada.

Es como si gritases y nadie te escuchase. Prácticamente te avergüenzas de que alguien sea tan importante, que sin esa persona, no te sientas nada. Nadie entenderá nunca cuando duele. Te sientes desesperanzado, como si nada pudiese salvarte.

Son sentimientos que cuestan de expresar con palabras. Es ese vacío en el que se ha convertido tu alma. Buscas algo a lo que agarrarte, algo que te haga continuar, que te de fuerzas para levantarte cada mañana. Hay días malos y días mejores. La gente pasa por tu lado sin saber que pasa por tu mente. Las palabras salen de tus labios sin que tu le encuentres sentido al porque hablas. Te desahogas como puedes, te cuesta ser feliz. Todo el mundo te dice lo mismo: "pasa página, no merece la pena" o "sonríe no tienes ningún motivo para estar triste. Más cuando te miras en el espejo te das cuenta de que lo que no tiene sentido es esa nada que se acumula en tu alma, llena tus pulmones y escupen tus labios. Ese dolor que hace que las lágrimas sepan amargas al rozar tus labios. Es esa sensación de que todo ha perdido sentido, de que no queda nada.

En este juego de dos, solo juega un corazón.

Cuando el tiempo pasa, al final, las heridas se cierran. Las cicatrices casi ni se ven, y el dolor desaparece. Pero el amor se va con ese dolor. Todo lo que un día sentimos, lo he dejado atrás. Ya no te miro de esa forma, ya no le encuentro el sentido a esto. Seguir con esto solo ayuda a que sigamos sufriendo, y que el final sea peor. Prefiero dejarlo todo ya. Mirar hacia delante, sabiendo que hice lo correcto. No me arrepiento de nada, de absolutamente nada. Fue bonito mientras duró, pero seguir alargándolo solo servirá para que ambos lo pasemos peor. Yo voy a seguir, sin mirar atrás. He tomado una decisión. Esto se acabó.

Si me siento derrotado, tú me haces más fuerte.

A veces me pregunto el por qué. ¿Por qué pese a todo sigues aquí? ¿Por qué te molestas en hablarme cada día?  ¿Por qué no te marchas con ella? ¿Por qué yo y no todas ellas? Preguntas a las que quizás si contestases, no me gustaría la respuesta. Respuestas que me sacarían una sonrisa, y quizás alguna que otra lágrima. Respuestas que quizás me decepcionasen, o me hiciesen sentirme orgullosa. Pero a veces siento que me gustaría darle la vuelta a todo. Que tu ya no estuvieses aquí, que fuese alguien diferente quien me ofreciese sus besos. Que el tiempo no pasase tan lento lejos de él, despertar cada día al lado suya y no contigo en mi pensamiento. A veces me gustaría cambiar mi forma de ver el mundo, me gustaría romper con mi rutina de siempre, con mis amigos de siempre, con aquellos que frenan mi mundo y tomar carrerilla y ser libre. Por que de eso trata vivir no? De alcanzar la felicidad, y para ello se necesita tan solo una cosa, libertad.

Ahora ya te has solo eres alguien que a quien solía conocer.

Cuando los errores te golpean. Cuando las lágrimas se derraman y cuando la única opción es mirar hacia delante y dar la cara. Cuando ya no existen los cruces de miradas, ni las sonrisas, ni nada de lo que fuimos. Cuando tan solo te sientes como una idiota a la que han vuelto a engañar y que de nuevo es la que sufre. Pero es normal echar de menos los "te quiero" por muy poco reales que fuesen, por muchas mentiras que me dijise, porque yo confié sin pensar en lo que después sufriría. Somos humanos, sentimos, sufrimos, amamos y nos equivocamos. Pero no se puede seguir tropezando con la misma piedra una y otra vez. Llego la hora de cambiar, de construir la coraza que impedirá que mi corazón vuelva a amar, al menos por ahora. Hasta que aparezca alguien que de verdad quiera derribar todas las barreras hasta llegar a conocerme. Hasta que aparezca alguien por quien vuelva a merecer la pena sufrir.

Ven, mírame a los ojos y dime que todo se acabó.

Como creer que fue verdad. Que no todo estuvo en mi mente. Tal como viniste, te has ido, en un abrir y cerrar de ojos ya no estabas. Mis miedos se cumplieron, fui yo la que pronunció las palabras, "tengo miedo de perderte" y tu quien contestó, "tranquila, no me vas a perder". Ahora miro atrás y pienso en cuanto de lo que dijiste fue verdad. ¿Por qué no te duele como a mí? No lo se, quizás, de nuevo, era yo la tonta que se pilla rápido, y como no, la tonta que después sufre. La tonta que se pone celosa y a la que no cuesta nada engañar. Pero si era lo que buscabas, lo conseguiste, he quedado como una idiota, como siempre. Pero bueno, algo gano de esto yo, no? Me enseñaste la lección, de ahora en adelante, mando yo. Tomaré yo el control y tengo una nueva norma que no se puede incumplir, prohibido enamorarse.

Cuando el mundo se detiene y me pierdo entre los pliegues de tu piel.

Dicen que lo romántico está pasado de moda, pero a que chica no le gustaría que su chico apareciera con rosas? Sueño con que vengas, me raptes, y bajo las estrellas me vuelvas a susurrar que me quieres. Que me cojas la mano, me hagas correr y cuando mi corazón lata rápido y ya no quede un atisbo de vergüenza en mi mirada me beses, me cojas en brazos y me sujetes entre ellos para que sienta tus latidos acelerados como los míos. Que hagas el tonto y me dejes en ridículo. Que nos hagamos mil fotos y recordemos cada momento. Que me prestes tu libro favorito y que entre sus páginas haya una flor, inmortalizada en el tiempo por el peso de las páginas.  Que cada beso, caricia, mordisco me haga estremecerme. Que mi cuerpo tiemble bajo sus manos. Que sus dedos se enreden entre mi pelo para acercarme a sus labios. Despertar por la mañana a su lado, y darte cuenta de que llevará horas despierto, observándote. Que en ese momento te sonría y te susurre, "eres preciosa, y me vuelve loco que seas mía".

Pasa en tiempo, pasan lo años, y aquí seguimos, haciéndonos daño.

Me cansé del mismo juego. Siempre la misma historia. Siempre la misma soledad. La vida nos trae momentos buenos, y malos. Épocas que vienen, y otras que se marchan. Compañía y soledad. Amigos y enemigos. Amor y odio. Todos vivimos buenos y malos momentos. Lloramos y reímos. ¿Pero dónde quiero llegar a parar con esto? Ni yo misma lo se. .

Hoy he leído unos textos, me han demostrado mucho sobre aquel que los escribió. Me han echo reflexionar, darle vueltas y hacer balance de mi vida. A veces, una persona no se da cuenta de como nos influencia, no cambia y nos hace recapacitar. A veces una sola frase marca a una persona de por vida. Mide tus palabras, pero no permitas jamás que nadie calle tus palabras.

Volver a escribir su nombre en los márgenes de mis libretas.


Ha vuelto, las palabras fluyen. Los te quiero vuelan, y las caricias y los besos permanecen, como el olor de su cigarro. Cada calada, se lleva con ella un pedacito de mi espíritu. Duele tenerle lejos. Duele verle alejarse. El mundo parece desmoronarse aunque mi cabeza sepa que le volveré a ver al día siguiente. La posibilidad de perderle crea en mi una ansiedad incontrolable, y los celos se apoderan de mis pensamientos y mis actos. A veces al actuar de forma compulsiva, lo único que se muestra es el deseo contenido. Las ideas fluyen en mi mente: ¿y si se va? ¿y si desaparece? ¿y si la cago? ¿y si le pierdo? ¿y si se va con otra? La sola idea de despertarme una mañana y que no esté me hace enloquecer, no de la misma manera que me hacen enloquecer sus susurros, sus latidos, su respiración acelerada, su forma de conseguir que todo mi cuerpo se estremezca. Le quiero y no sabe cuanto.

Quiero una escapada contigo al fin del mundo.

Necesito huir, huir de todo. Irme lejos, muy lejos. Donde sea. A algún lugar donde sea una desconocida, donde empezar de cero y llevarme conmigo solo aquello que sea importante y que me haga feliz. Un nuevo comienzo no siempre viene mal. A veces cambiamos. Puede cambiar nuestra forma de ver la vida, nuestros amigos, un novio o una novia, podemos cambiar de casa, de cuidad o de sueños. Los cambios a veces nos llevan a tomar decisiones, a verlo todo de forma diferente. Valoramos cosas que perdemos, o nos damos cuenta de que no valían lo que nosotros pensábamos. Nos damos cuenta de que hay cosas importantes, y cosas que pierden importancia. De que no es oro todo lo que reluce, y que las cebollas tienen muchas capas. De que los cocos son duros por fuera y blandos y dulces por dentro. De que hay quien nos quita la sonrisa, y de quien nos hace sonreír día a día. Llego la hora de olvidar aquello que no te deja dormir por las noches.

Cuando todo parece un cuento de hadas.

Cada detalle te hace sonreír. Cada canción te recuerda a él. Cada letra, cada carcajada, cada deseo de tenerle cerca. Sonríes, te sonrojas. No entiendes porque pero eres feliz. No eres perfecto, ni lo serás, pero sientes que por una vez estas completo. Agarras su mano y sus besos hacen que roces el cielo con la punta de los dedos. Una caricia y su mirada son ahora tu mundo. Te da miedo enamorarte, lo entiendo, pero quien no arriesga, no gana. 

Quizás sea ya mi hora de ser feliz...

Ese extraño momento en el que te das cuenta de que le quieres de verdad.

Mucha gente en nuestra vida entra y sale. Algunos nos dejan un buen sabor de boca, otros un poco agridulce, y con otros muy amargo. Pero entraste tú por casualidad. Quizás no fue una puramente una coincidencia, sino una jugada más del destino. La primera vez que me fije en tu sonrisa, la quise para mí. Conocerte sucedió muy poco a poco, más aquella noche no podré olvidarla. Llegue dispuesta a hacerte mio, y cuando lo fuiste, en ese primer beso, note un sabor diferente al resto. En aquel momento no pudo ser, y paso el tiempo, y aún, cuando te veía, me temblaban las piernas; y cuando me perdía en tu mirada, en tu sonrisa, revivía la sensación del sabor de tus labios. Supongo que desde el principio supe que serías especial de alguna forma, pero ahora lo sé. Te quiero, y no hay nada que pueda hacer. ¿Cuánto durará? Quien sabe. ¿Se terminará? Lo descubriremos. ¿Seremos felices? No lo dudo. ¿Me muero por estar a tú lado? No lo dudes. Gracias, por regalarme esa sonrisa que me ha vuelto loca.

Buscaba ese alguien con quien compartirlo todo, y te encontré a ti. Que con cada momento a tú lado me has hecho sonreír. Tú, que te has convertido en mi mala influencia, que has cambiado mi forma de pensar. Que con tan poco tiempo, me has hecho perder el juicio, que con esa sonrisa me volviste loca. Tú, que me has hecho feliz con un par de palabras, que sujetas mi mano entre las tuyas, y entrelazas nuestros dedos. Encontré más de lo que buscaba y entre tus brazos mi consuelo. Gracias por cada beso, detalle y tontería por ahora. Gracias por darme la oportunidad de demostrarte quien soy en realidad. Gracias por ser mi razón para continuar, por ser la estrella que guía mi camino. Te quiero.

Todos pasamos por diferente etapas en nuestras vidas. Hay épocas es las que somos más felices, y otras en las que todo nos afecta más, días que todo parece que va bien, y días en los que todo se tuerce. Hacía ya un tiempo que no escribía aquí, y tan solo unos pocos habrán notado esta ausencia. Si desapareciese, cuantos se darían cuenta en realidad? Cuantas palabras se lamentarían, y cuanto tiempo habría sucedido en vano. Hay situaciones que repetiríamos si pudiésemos volver atrás, y otras que dejaríamos enterradas en el pasado. Gente a la que volveríamos a conocer, y gente a la que nos gustaría no haber conocido. Hay momentos en los que hay que tomar decisiones, dejar cosas atrás y mirar hacia delante, o recapacitar y remendar los errores. Siempre termina llegando el momento de tomar decisiones. Hay que asumir la realidad y esa es, que jamás en la vida, todo será perfecto.

Celos. Lo dicen todo. Hay momentos en los que simplemente deseas poseer a alguien, que sea solamente tuyo. Lo quieres, ahí y ahora. Hay muchos tipos de celos. Puedes sentir celos por tu mejor amigo, por aquel a quien amas, por alguien a quien deseas físicamente, o por simplemente ver a alguien feliz mientras tu no lo eres.
Supongo que los celos nunca dejaremos de sentirlos, pese a que es una sensación horrible. Hace que nos duela la tripa, que la cabeza nos de vueltas, y que sintamos ese ardor muy hondo en el corazón. Nos hace desconfiar y en ocasiones perder el control. Con ellos tan solo hacemos daño a los que más amamos, pero más importante todavía, nos hacemos daño a nosotros mismos.
Veo las parejas por las calles, besándose, cogidos de la mano, y siento celos. De su felicidad, de todos esos momentos que ellos pueden vivir, de que no tengan distancia entre ellos, de que estén enamorados.
Observo a la chica de al lado, su largo pelo, sus carnosos labios, sus verdes ojos, y siento celos de su belleza, de esa perfección y aura que parecen rodearla. Siento como las miradas se posan el ella, como los demás la desean y yo misma deseo ser como ella. Os sonará superficial, pero es hermosa y lo odio, pero a veces, no lo puedo evitar y me siento inferior.
Esos celos cuando lees que un estado que no va dirigido a ti, cuando escuchas de sus labios las palabras que desearías que te pronunciase a ti, cuando ves su mirada enamorada dirigida a otra, sus sonrisas, sus besos, sus caricias, se las regala a ella en vez de ti, y eso duele y quema por dentro, pero en fin, somos humanos, y no podemos evitar nuestros sentimientos, así que seguiré luchando por derribar todos los inconvenientes que se me pongo delante.

Libertad. Se da por supuesto que es algo que todos ansían conseguir. Entonces, porque encontramos mujeres dispuestas a someterse a los hombres, a que las hagan suyas. Porque vemos como disfrutan de sentirse objetos, y como sabiendo el daño que encierra todo, no se liberan cuando tienen oportunidad. Porque hay ocasiones en las que dejamos que nos dañen cuando podríamos ser felices con alguien más? Quizás sea el miedo a la soledad, a estar sola, a no volver a encontrar a alguien como él. Puede que sea ese miedo lo que nos aprisiona, aquello que nos corta las alas, y nos priva de la libertad. Pero hay que pensar que todo puede ser mejor, que las cosas no tienen porque seguir así, que puedes ser feliz. Que volverás a lucir la sonrisa que desapareció de tus labios, que tus lágrimas dejarán de resbalar por tus mejillas, y tu corazón volverá a latir al ritmo de la música. Recupera tu libertad, y hagas los que hagas, no dejes que nada ni nadie te la robe.

Recuperar la ilusión perdida hace ya tiempo. Volver a reír como una niña, habiendo recuperado lo que un día me arrebataste. Me echabas las culpas de lo que paso, me dijiste que fui yo, que te olvide, pero sabes que no fue así. Que sigo aquí, que nunca me fui, tan solo desistí a seguir un imposible. Pero volví, porque dijimos que esto era para siempre, y pretendo que suceda. Dijiste que seria así, que todo cambiaría, que seriamos felices, y no quiero que haya lugar a que no sea cierto. Quiero que estemos juntos. Tumbarme junto a ti cada noche, sentir los escalofríos que causan tus caricias, sentir tus labios en mi piel, y tu olor en mis sábanas. Quiero despertarme junto a ti, y enamorarme cada día de tu sonrisa, de tu mirada, de aquello que cada día me demuestras. Quiero ser feliz, y quiero serlo contigo a mi lado. Se mio, pues ya sabes que yo te pertenezco.

Siempre buscamos que esa persona tenga todo aquello que nosotros no tenemos, por eso buscamos a quien nos complete, esa persona que tenga aquello de lo que nosotros mismos carecemos. Pero hay momentos en los que lo perfecto da un giro, y todo empieza a destrozarse. Como si alguien me clavara las uñas y me arrancase la piel. El dolor se vuelve insoportable. Los gritos, y la angustia se encierran en mí y en mi mente, impidiéndome respirar, con esa continua presión en el pecho. Quiero liberarme, soltarme de las cadenas que me atan, quitarme las esposas y correr, huir, tan rápido como me permita mi cuerpo. Correr hasta dejar de sentir las piernas, hasta que mi respiración pierda toda la concordancia y el mundo entero de vueltas. Hasta que el cansancio me impida seguir viendo nada. A veces me gustaría correr y correr, y llegar al final del mundo, y saltar, caer la vacío, y olvidar, olvidarlo todo.

Hay muchos instantes que quedan congelados en nuestra mente en forma de recuerdos. En ocasiones es un sentimiento, en otras un lugar, o tal vez una persona, una palabra o aquella sonrisa de la que te enamoraste. Hay momentos en los que detendría el mundo para vivir siempre en esas palabras, para perderme en el infinito de su mirada, para pervivir con ellos en ese instante en que soy feliz. Pero el control del tiempo no lo poseo ni lo podre poseer nunca. Hay tantas esperas, momentos perdidos en el sin sentido. A estas alturas ya debería haber aprendido a vivir al máximo pero siempre fui una niña a la que le costaba aprender la lección. Hay quien dice de mí que he cambiado, que yo no era así. Hay gente que se ríe y me insulta sin conocerme, no tienen ni idea, a todos ellos hace tiempo que aprendí a ignorarles. Es lo que tiene la envidia, lo único que me muestran es mi superioridad y lo poco que se quieren, pero bueno, me resulta comprensible querer ser como yo. ¿A quién no le gustaría?

Se que lo va a hacer, y me asusta. Por volver a empezar, porque todo acaba, porque hay un final. Hay mil recuerdos en mi mente. Es como aquel momento. Me da la impresión de volver a aquellos momentos. En los que, que él me agarrase fuerte me daba la vida, una sonrisa suya me cortaba la respiración, un beso suyo era mi esperanza. Estar a su lado fue y será lo más bonito. Cada beso, cada caricia era únicos, él lo era. Él, el primero en sacar lo mejor de mi, en hacerme sonreír y reír a carcajadas. Por la más mínima tontería, él. El primero en demostrármelo todo de verdad, él que me enseño el significado de la palabra amor. Fue él. Y ahora todo de nuevo. Vuelvo al presente, a ese momento, a medio centímetro de sus labios y pienso, ¿está empezando todo de nuevo? ¿Merece la pena seguir arriesgando tanto? Y entonces lo hace, y me besa.

En la gran mayoría de las ocasiones querer a alguien duele. Hace que sientas ese frío interior cuando a quien amas está lejos, cuando no puedes tocarle cada día, cuando hay cientos de kilómetros entre vosotros. Duele esperar una llamada que no llega. Duele tener que retener, día tras día, ese deseo que brota, y que no consigues frenar. Duele el tornado de sentimientos inexpresables que explota en nuestro interior. Las lágrimas cada vez cuesta más retenerlas cuando vas a perder los nervios. Si, la sensación es embriagadora, sueñas con ella o él, creáis vuestro cuento de hadas, vuestra fantasía, juntos: el pronombre suena mejor que un tu o un yo. Esa emoción, el nudo en el estómago, las sonrisas, las caricias, parecen perfectas. Pero llega un momento en el que si te arriesgas y lo pierdes, no te queda nada. En realidad, es muy simple. Enamorarse duele.

Hay lugares y hay momentos; personas y sueños. Hay instantes en nuestras vidas en los que todo parece confuso. Confundimos nuestros sueños, con nuestras metas; nuestras pesadillas, con nuestros errores. Nos hundimos en un vaso de tubo, en un largo vaso de tubo, al que no le vemos el fondo. No encontramos en ninguna parte el impulso para nadar y salir, simplemente flotamos, esperando que llegue alguien y nos ahogue. Buscamos una mano que nos agarre y nos saque. En ocasiones entrelazamos nuestras vidas con la gente equivocada y acabamos más hundidos que al comienzo. Sinceramente, ¿qué esperamos sacar de esta vida? Soñamos y nos ilusionamos para que nos rompan y nos pisoteen. Luchamos para ver la batalla perdida y encontrarnos sin más esperanzas. Si es así, ¿para que seguir? Ahí esta la clave. Seguimos para vivir el cuento de hadas, para conseguir lo que no tenemos, para lograr un sueño. Seguimos por el simple hecho de respirar.

Cada vez me cuesta un poquito más escribir, tengo mucho que decir, y las palabras simplemente no surgen. Necesito a alguien que me haga recuperar la inspiración.

Algún candidato? Alguien se ofrece voluntario?