miércoles, 5 de septiembre de 2012

Toda la mierda que encierro dentro de mi se refleja en ese puto espejo.

Cuando la rabia y la frustración se reflejan en mis ojos. Cuando las lágrimas derramadas tan solo representan esa parte de mi que deseo olvidar. Cuando el maquillaje ya no tapa las heridas que sufrió mi corazón y cuando la confusión da vueltas en mi estómago. Al verme reflejada en ese espejo ya no me veo a mi misma, sino que veo en lo que me he convertido. Las palabras ya no fluyen como antes, la inocencia quedó aún lado y parte de mi ha sido arrebatada. La vida no deja indiferente a nadie. Esos días que quieres romper todos los espejos para no tener que asumir la realidad. Hoy quiero dejarlo todo atrás. Quiero encerrarme en mi misma y no dejar que nadie vuelta a entrar, al menos hoy no.


2 comentarios:

  1. entiendo ese sentimiento a la perfección, los gritos de la gente de tu alrededor de poco sirven,ya que la lucha es solo tuya.
    animo!

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  2. Como te entiendo, yo me he sentido así muchísimas veces, pero no te confíes, porque en muchas ocasiones el espejo puede ser un enemigo. Me ha encantado la entrada, de verdad.
    Te mando mucho besitos desde: http://atadaatimesientolibre.blogspot.com.es/

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