miércoles, 30 de abril de 2014

No podemos dejar que el mundo conozca nuestras debilidades. 

Hay detalles que arañan el corazón y dejan heridas más profundas de lo que parecen. Un rasguño en el alma no se cura de un día para otro, pero hay momentos en los que no podemos permitirnos ser débiles. Ni una lágrima. Simplemente ignorarlo todo, dejar que nadie note el dolor, por muy afectados que estemos. No podemos permitir que nada ni nadie nos destruya, ni siquiera nosotros mismos. A veces tenemos que demostrarnos estar por encima de todo y de todos e intentar que las cosas dejen de provocarnos sufrimiento. Hay que cubrir el corazón con una armadura que no deje pasar a nadie, ni siquiera a quienes buscan refugiarnos en momentos duros. A veces el mejor remedio es la soledad. Hay que aprender a hacerse fuertes desde dentro. No mostrar dolor, ni debilidad. Hay que dejar atrás los sentimiento, y congelar los buenos momentos y vivir de ellos. El dolor no desaparecerá, pero la mente es sabia, y podemos bloquear aquello que nos llena de dudas y hace que se nos llenen de sangre los pulmones y no podamos ni siquiera respirar. Y por las noches, cuando estemos solos, justo antes de dormir, dejarlo todo ir. A veces solo podemos permitirnos dejar de ser fuertes, cuando no haya nadie alrededor para intentar destruirnos.


viernes, 25 de abril de 2014

Esa persona que encuentra la forma de hacerte sonreír incluso cuando no puedes contener las lágrimas.

En la vida nada es fácil, y nada es para siempre. Las personas van y vienen, y con ellas historias que merece la pena recordar, y otras que sería mejor borrar de la mente. Sin embargo, hay personas que pasan por nuestra vida y dejan su sello en nuestro corazón. Personas que aprenden a enamorarnos con pequeños detalles, día a día, sin pausas. Es un regalo que te da la vida encontrar a alguien así. Yo hace ya 8 meses que encontré a una persona que se preocupa por mi felicidad a diario. Un chico que ha aprendido a quererme a pesar de mis miles de defectos y manías. Alguien dispuesto a conocerme más allá de la parte física, y que es capaz de escucharme incluso cuando las cosas que digo dejan de tener sentido. No se como agradecerle lo que hace por mi, por que ya no existen palabras para describir mis sentimientos. Hay detalles que no todas las personas son capaces de percibir, pero yo en él veo como cambia el brillo de su mirada cuando se emociona, noto como cambia la curva de su sonrisas cuando habla de aquello que tanto le apasiona, y noto como su cuerpo cambia cuando se aproxima al mio. Hay detalles imposibles de describir escribiendo y es que solamente él es capaz de ponerme la carne de gallina con un solo susurro. Por esto y mil cosas más, gracias. Gracias por enseñarme tanto y por seguir siendo mi salvación cada día. Te amo.