domingo, 4 de octubre de 2015

La peor forma de autodestrucción era amarle.

Llega un momento en la vida donde nos toca tomar decisiones. Cada uno debe elegir que camino tomar, y el tiempo decidirá si los caminos seguirán uno al lado del otro, o si se distanciarán. A veces poner distancia no es algo malo. A veces se necesita un paréntesis. Una pausa. Pero demasiada distancia lleva a la desilusión, a la pérdida de ganas. De vez en cuando la vida nos regala tiempos de reflexión, de planteamientos distintos, de diferentes formas de pensar, de reaccionar. Y a veces la chispa que nos hace ver la realidad llega demasiado tarde. Pero bueno, según dicen, más vale tarde que nunca, y creo que eso es cierto. Abrir los ojos, volver a verlo todo con la luz que ya no encontrabas... Supongo que de eso se trata. De volver a empezar, y de dejar a un lado el pasado, aquello que ya no es bueno para ti, y encontrar aquello que te hace feliz, que te hace querer luchar, y no rendirte. Cuando no encuentres la luz en el camino, mírate al espejo y asegúrate de que no te han apagado la felicidad que encierra tu mirada. 


sábado, 4 de abril de 2015

¿Qué tiene de cobarde rendirse? ¿Qué tiene de malo dejar de luchar?

Todo el mundo dice lo mismo, "no te rindas, sé fuerte", pero, ¿qué sentido tiene ser fuerte si eso te hace estar solo? A veces dejamos atrás a las personas que queremos por orgullo, por intentar ser fuertes. Otras alargamos demasiado lo inevitable. A veces hay que ser fuerte para abandonar algo que nos hace daño. Algo que nos perjudica tanto como creemos que nos hará felices algún día. Pero ¿vale de verdad la pena esperar? ¿Merece la pena el sufrimiento? Ahí empiezan las dudas, lo que te hace o no seguir luchando y los motivos que te impiden rendirte. Pero todos llegamos a un punto, a un límite. Ese momento en el que debes ser egoísta, en el que debes valorar si algo es o no bueno para ti. Una vez se ha traspasado el límite, es difícil volver atrás. Se necesita esfuerzo, valor y coraje por ambas partes, y se necesita arriesgarse. Hay que poner más de uno mismo, mas ganas y mas sufrimiento. Pero sobre todo hay que valorar cuánto dolor estás dispuesto a soportar. Llega un momento en que el dolor deja de ser una opción y lo único que nos queda es seguir adelante. Seguir adelante solos. 


jueves, 26 de marzo de 2015

A veces hay que recordar que el demonio solía ser un ángel.

Las personas no siempre son lo que aparentan. A veces detrás de una sonrisa hay rencor, y detrás de una cara bonita hay maldad. No siempre podemos juzgar por lo que vemos a primera vista. Nada es lo que parece desde fuera. La realidad no se parece a lo que vemos en las fotos. Una sonrisa no significa felicidad. A veces el torbellino de sentimientos va por dentro. En ocasiones hay que dejar que los sentimientos se hundan, porque sacarlos a flote es demasiado peligroso. Es mejor enterrar el dolor para que nadie lo vea. Ocultar el miedo para que no puedan usarlo contra ti. El miedo al fracaso, el miedo a perderlo todo. Las lágrimas no son debilidad, si no desahogo. Más vale tener cuidado. No confiar. Por que será cuando te entregues, cuando lo des todo, que llegará la traición y el abandono. Y cuando estés destrozado en miles de pedazos ya será demasiado tarde para lamentarse. Demasiado tarde. Cuando te entregas llega un momento en el que no hay vuelta atrás. A partir de ese momento das tu corazón, solo queda esperar a ver si te lo apuñalan.