sábado, 4 de abril de 2015

¿Qué tiene de cobarde rendirse? ¿Qué tiene de malo dejar de luchar?

Todo el mundo dice lo mismo, "no te rindas, sé fuerte", pero, ¿qué sentido tiene ser fuerte si eso te hace estar solo? A veces dejamos atrás a las personas que queremos por orgullo, por intentar ser fuertes. Otras alargamos demasiado lo inevitable. A veces hay que ser fuerte para abandonar algo que nos hace daño. Algo que nos perjudica tanto como creemos que nos hará felices algún día. Pero ¿vale de verdad la pena esperar? ¿Merece la pena el sufrimiento? Ahí empiezan las dudas, lo que te hace o no seguir luchando y los motivos que te impiden rendirte. Pero todos llegamos a un punto, a un límite. Ese momento en el que debes ser egoísta, en el que debes valorar si algo es o no bueno para ti. Una vez se ha traspasado el límite, es difícil volver atrás. Se necesita esfuerzo, valor y coraje por ambas partes, y se necesita arriesgarse. Hay que poner más de uno mismo, mas ganas y mas sufrimiento. Pero sobre todo hay que valorar cuánto dolor estás dispuesto a soportar. Llega un momento en que el dolor deja de ser una opción y lo único que nos queda es seguir adelante. Seguir adelante solos. 


1 comentario:

  1. El orgullo muchas veces nos hace perder, y rendirse muchas veces viene bien porque a veces rendirse es ganar.
    Un beso desde www.femeninasyalamoda.blogspot.com ♥

    ResponderEliminar