miércoles, 11 de abril de 2012

Volver a escribir su nombre en los márgenes de mis libretas.


Ha vuelto, las palabras fluyen. Los te quiero vuelan, y las caricias y los besos permanecen, como el olor de su cigarro. Cada calada, se lleva con ella un pedacito de mi espíritu. Duele tenerle lejos. Duele verle alejarse. El mundo parece desmoronarse aunque mi cabeza sepa que le volveré a ver al día siguiente. La posibilidad de perderle crea en mi una ansiedad incontrolable, y los celos se apoderan de mis pensamientos y mis actos. A veces al actuar de forma compulsiva, lo único que se muestra es el deseo contenido. Las ideas fluyen en mi mente: ¿y si se va? ¿y si desaparece? ¿y si la cago? ¿y si le pierdo? ¿y si se va con otra? La sola idea de despertarme una mañana y que no esté me hace enloquecer, no de la misma manera que me hacen enloquecer sus susurros, sus latidos, su respiración acelerada, su forma de conseguir que todo mi cuerpo se estremezca. Le quiero y no sabe cuanto.

4 comentarios:

  1. Si no sabe cuánto, inventa maneras de demostrárselo y QUE SE ENTERE!!

    Besitos!

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    1. Eso intento, pero creo que a veces me hace falta inspiración, quiero currarme un detallazo, y no se me ocurre...

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  2. Leyendo tu comentario anterior te digo que realmente creo que no hace falta un detallazo. Porque realmente importan todos esos pequeños detalles que te recuerdan porque te enamoraste de esa persona (él de ti, en este caso). Pero bueno, esta bien:)
    El texto me ha gustado mucho; eres muy romántica^^
    Besotees <3
    Pasate si quieres por mi blog y dime que te parece(te sigo hace tiempo:))
    http://ffucktheworld.blogspot.com.es/

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  3. tres palabras: INCREIBLE TU BLOG.Te sigo, pasate por el mio, un besazo:)

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