sábado, 13 de septiembre de 2014

Nadie dijo que fuese fácil. Nadie dijo que fuese a ser tan duro.

A veces hay que aprender a mirar hacia delante, en lugar de hacia atrás. Por que aquellos que se fueron, no volverán, y a veces no nos queda otra que aprender a vivir con ello. Los momentos no serán iguales, pero eso no significa que no queden muchísimos increíbles por vivir. No habrá una sola noche de no recordar. Un solo día en el que no pensar. Con el tiempo el dolor pasa, y la mayoría de los recuerdos se vuelven difusos. Todo parece quedar en la lejanía. Pero aún así le recuerdas. Recuerdas las últimas conversaciones, los últimos 'te quiero'. Recordar no es malo, mientras no se viva de los recuerdos. Recordarás la forma en la que te hacía reír, y las ganas que tenías de verle sonreír. Probablemente no habrá un solo día en el que no le eches de menos al menos un segundo, pero al final, los recuerdos solo causarán felicidad, de haberlos podido vivir. El dolor pasará a ser melancolía. Las lágrimas serán confusas sonrisas. Por que por mucho que nos alejemos de las personas y los recuerdos, ellos nos hacen quienes somos, y eso no lo puede cambiar ni siquiera el tiempo.


1 comentario:

  1. Somos lo que somos por esos momentos pasados, por esos recuerdos vividos. Nunca podremos deshacernos de ellos y siempre estarán unidos a un nombre, una cara así que mejor sonreír al recordarlos!
    un besoo!

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