viernes, 12 de abril de 2013

El ser feliz está sobre valorado.

No todo lo que encontramos día a día nos hace sonreír. Hay momentos de frustración que te dan ganas de encerrarte y no volver a salir. Se fuerte. Cuando todo se va a la mierda y te ves encerrado en un túnel donde no hay salida alguna. Aguanta, la hay, solo que a veces somos nosotros mismos los que bloqueamos la salida. No es fácil ser feliz, nadie dijo que lo fuese. Parte de la felicidad se va cuando se deja atrás la inocencia infantil y empiezas a darte cuenta de lo que es el mundo en realidad. No por ello tenemos que dejar de divertirnos. Ser feliz no lo es todo en la vida, sino que el propósito es lograr esa felicidad. Es una lucha constante del día a día. Hay días que nos encontramos más cerca y días en los que parece que no la lograremos alcanzar. Aún así yo tengo algo claro, cada día es diferente, es especial en algún sentido. Quizás sea el color del cielo, o una mirada compartida en un metro pero, a veces, es el más mínimo detalle el nos lleva a estar mucho más cerca de ser felices de lo que creemos. 


1 comentario:

  1. Hola, acabo de descubrir tu blog y también he descubierto que me gusta. Por cierto, me encanta el título de la entrada anterior así que seguiré leyendo. Yo acabo de empezar, si quieres pásate. Un besito :)

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