jueves, 16 de mayo de 2013

Transiciones.

Momentos de cambios y de tomar decisiones. De aceptar el pasado y afrontar el futuro. Durante mucho tiempo me he sentido perdida, sin rumbo y a día de hoy puedo decir que aún no me he encontrado a mi misma. Me he buscado en personas, en sentimientos, en aquello a lo que llamamos 'amor'. He derramado lágrimas en hombros que no me merecían y he confiado secretos a quien no supo cerrar la boca. Confié en quien decía que ser para siempre y me derrumbe por cosas que no merecían la pena. La madurez te abre los ojos, o eso dicen, pues aún me siento niña. Veo las agujas empezar a romper mi burbuja, dejando que me envenene el aire de fuera: eso a lo que llamamos realidad. Cierro los ojos con fuerza pero cuando los abro nada ha cambiado. Los sueños ahora son pesadillas. El corazón se me acelera y no es por las mariposas en la tripa. Los arañazos no son de lujuria, si no de castigo. La comida no es placer, si no subsistencia. El amor no es amor, es simple y llanamente destrucción. 



1 comentario:

  1. Las cosas no son siempre como queremos, y hay que afrontarlas. Me ha encantado el relato, es precioso :)

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